martes, 16 de agosto de 2011

JOHN LOCKE


John Locke



nació en Wrington, Gran Bretaña, en 1632, Murió en 1704.

Locke asumió los presupuestos de la nueva ciencia y se considera promotor de la nueva ciencia empírica y experimental. Locke se formó como médico y fue secretario personal de
Lord Ashley, uno de los fundadores de la facción de los Whigs, la facción que defendía la preeminencia parlamentaria sobre la Corona y el Bill of Rights.

Sus dos obras fundamentales, entre otras tantas, son:
-
Las tres cartas sobre la tolerancia de 1689.

- Dos tratados sobre el gobierno civil de 1690.

En dos tratados sobre el gobierno civil establece que el gobierno debe existir por el consentimiento, con la distinción de poderes con primacía legislativa y el derecho a la resistencia contra un gobierno que no goza de confianza y ha roto el contrato social. Este libro se convirtió en una obra fundamental para el liberalismo, revolucionaria en su tiempo, escrita tras la Revolución Gloriosa y un siglo antes de la Revolución Francesa.

Locke se opone en sus obras al estado de naturaleza que presenta Hobbes. Los hombres vivían en libertad e igualdad, con ayuda mutua, paz y seguridad. La ley natural obliga a los hombres a prestarse auxilio en salud, libertad, posesiones y en no dañar a sus congéneres. Distingue tres derechos: vida, libertad y propiedad. El problema se da en otro derecho, en el de juzgar y castigar al que atente contra sus derechos, son entonces los hombres jueces y parte, con el riesgo de no ser justos y actuar en provecho propio. Así, el estado idílico observa tres fallos: falta una ley, un juez imparcial y un poder coactivo que ejecute las sentencias.

Entonces, los hombres deben renunciar al último derecho, para pasar al estado de sociedad para garantizar el resto de derechos. La explicación por tanto del Estado es garantizar estos derechos, pero mucho más el derecho a la propiedad. Los hombres, dice Locke, tienen derecho a algo completamente suyo, al trabajar extender la personalidad a los objetos producidos, a que sean parte de ellos: la propiedad se asienta en el trabajo.

Cuando en el estado de naturaleza se introdujo el oro y la plata se produjo un desequilibrio de propiedades: unos tuvieron más que otros. Cuando aparece el dinero aparece la diferencia a la propiedad. La gente empieza a producir bienes para el mercado, se inician los conflictos y por ello crean el Estado para evitarlo.

El estado de sociedad se debe hacer por consentimiento, para proteger los derechos naturales. Locke replica al Leviatán de Hobbes, sólo se cede un derecho, el de juzgar, no todos, como sostiene Hobbes.

Locke articula esto a un contrato, libre, voluntario y por común acuerdo, cediendo el derecho de juzgar a un cuerpo político que se debe encargar de proteger los derechos individuales y garantizar la seguridad. Ese cuerpo político actuará y decidirá en nombre de todos. Todos consientes al poder político el poder de castigar, de forma tácita o explícita, y se le da la función de ejercer la soberanía, funcionando por la ley de la mayoría y obligado a respetar los derechos individuales y a no caer en el poder opresor.

Todas las instituciones del cuerpo político tienen que tener la obligación de garantizar las libertades. Para evitar el abuso de poder, se hacen tres distinciones, tres poderes divididos: federativo, ejecutivo y legislativo.

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